Bàbàlawos, también llamados Oluwos, Awos: Padre de los Secretos, ministro de Òrùnmìlá, intermediario e intérprete del Odún de Ifá, quien manipula el Oráculo de Ifá, el encargado de guiar a los seres humanos por el camino de su predestinación, son los únicos conocedores de los Odu Ifá. El Bàbàlawo (Padre de los Secretos), es un sacerdote iniciado en los misterios de Orúnmila, deidad de la adivinación, quien utiliza diferentes medios para realizar el vaticinio del destino de cualquier persona.
Un Bàbàlawo está consagrado en Ifá y es uno de los títulos más altos en el Religión Natural Yoruba. Es Intérprete de deberes y enseñanzas. Tiene un masivo conocimiento procedente de una multitud de anteriores sacerdotes de Ifá y de sus ancestros, versados en una multitud de hechos espirituales y materiales.
Un Bàbàlawo es aquel que cree en Ifá y practica las vías que tomaron nuestros ancestros cuando había un problema o un desbalance en alguna vida. Las personas no solamente van al Bàbàlawo cuando hay un problema, sino también cuando quieren tomar una decisión importante en la vida. Cuando las cosas cambian repentinamente y quieren saber por qué, para cambiarlas y que las cosas sean mejores.
Un Bàbàlawo hace honor a Olofi (Olorun), a sus ancestros (Eggún) y a la naturaleza (Orishas), cada mañana. La diferencia entre la forma en que un sacerdote de Ifá rinde honor y reza al Dios Supremo a otro sacerdote en cualquier otra religión o tradición religiosa consiste en que los Bàbàlawos predicen eventos, enfocando sobre el individuo y su armonía, la energía del mundo. El proceso de investigación de eventos futuros está íntimamente relacionado al balance de energía y al comportamiento del individuo. La primera tarea del Bàbàlawo es identificar a través de la adivinación con el oráculo de Ifá, la armonía o desarmonía de un individuo con esta energía.
La posición IFA ante el mundo relata de que todo lo que nos rodea es de carácter sagrado por lo cual hace su énfasis en la observación y la contemplación de la naturaleza de la cual surgimos, como fuente de toda respuesta relativa a la vida de los hombres, es condición de IFA, enseñar un alto respeto por todas las cosas vivientes, y comulgar con las energías más puras que mantienen esos sistemas de vida. No existe una idea de que el hombre sea una excepción diferenciada a la naturaleza viva, por el contrario, es parte de ella y debe vivir en comunión con ella.
Esperamos que esta y toda la demás información en este sitio online, le sea útil para que conozca lo que realmente es Ifá y qué papel juega el Bàbàlawo en la religión yoruba (Lukumi), ya que existen santeros o santeras (Oloshas), y lo peor aún, aquellos que se hacen llamar santeros y no lo son, que excluyen al Bàbàlawo de las ceremonias de iniciación a la Regla Osha-Ifá-Santería, no importándoles el daño que le hacen al Aleyo y al Iyawó (Iniciado), proveyéndoles de información errónea con consecuencias desastrosas. TODA NUESTRA RELIGION SE BASA Y ESTA ESCRITA EN EL CUERPO LITERARIO DE IFA, TODO. "IFA AGBE WAO". Por último, para estar seguro de que un santero(a), (Olosha) es un verdadero consejero espiritual para usted, éste debe tener en su cuarto de santo la deidad Orúnmila, aparte de estar consagrado como tal por su Orisha Titular (Ángel de la Guarda) para realizar un sacrificio (Ebbó).
Relación con el Orisha Tutelar o Ángel de la Guarda
Tu Orísha tutelar, es tu deidad Padre, o tu deidad Madre. Tu camino en esta vida sacerdotal es preparado en el molde espiritual y energético de los Oríshas (Energias de la Naturaleza). En consecuencia, tú reproducirás en tu vida personal, aunque no te lo propongas, aunque no te des cuenta, incluso aunque no lo creas, de alguna manera, o de muchas maneras, las reacciones, los conflictos, y las posiciones particulares de los oríshas con los que estás vinculado o vinculada, y principalmente, de tu orísha padre o de tu orísha madre.
Cuando has sido iniciado(a) y consagrado(a) en el culto a los oríshas, además de tu Orisha Tutelar o Ángel de la Guarda, con tu nacimiento en el culto “Regla Osha”, se cerraron y firmaron pactos perpetuos y profundos con otros oríshas y por virtud de esos pactos verdaderos y solemnes, tú estás viviendo desde entonces una vida diferente. Debes conocer con propósito, tus deberes, tus derechos, tus compromisos, y tu relación energética y espiritual con los oríshas de tu pacto.
Si un día cayeras en el error, en la tentación, en la desgracia o en el fracaso, si el día llegara en que a nadie le importara tu saludo, si tu única compañía fuera alguna vez tu propia soledad, deberás recordar que no estás solo, deberás recordar que no estás sola. Porque no lo estás ahora. Y ya nunca lo estarás.
No te olvides de los orishas de tu pacto. Porque ellos están ahora, y siempre estarán contigo.
-Ellos te defenderán cuando estés en problemas.
-Ellos te rescatarán desde donde estés atrapado o atrapada, extraviado o extraviada.
-Te ayudarán a elevarte desde donde has descendido.
-Te ayudarán a integrarte y a adaptarte al mundo.
-Te asistirán para que cumplas tu misión en esta vida.
-Porque ellos, los oríshas de tu pacto, son tu familia de piedras.
-Porque ellos, los oríshas de tu pacto, son tus mejores amigos, y son tus compañeros más cercanos.
Ellos son la familia y los amigos más leales que has tenido, y son la familia y los amigos más leales que tendrás.
Y has de saber que, mientras tú no invalides con tus propias acciones tus propios compromisos, ellos no te abandonarán, porque los pactos son perpetuos.
El porqué Orunmila es quien saca el ángel de la guarda
Pataki; En una tierra donde vivían todos los santos y Obatalá era el gobernador, los demás santos se reviraron contra él porque en esa tierra todos los santos determinan el ángel de la guarda con caracoles; cada uno con el suyo, y así pasaba el tiempo.
Un día Shangó comenzó a notar que había más hijos de babá que de otros santos. Shangó reunió a los demás santos y les contó su pensamiento. Él les pidió su parecer y éstos le dieron la razón, y todos se pusieron de acuerdo para ir a casa de Obatalá y reclamarle por qué en su casa nunca salió un hijo de otro santo que no fuera él. Obatalá, que miraba a los aleyos con su caracol, era el obá de aquellas tierras. Todos los santos acordaron ir a casa de Obatalá, pero entre ellos existía el temor de que él los castigara y ninguno quería hablar personalmente.
Shangó dijo: Yo le voy a hablar a babá. Acto seguido, respaldaron a Shangó, Oshún y Oggún.
Cuando todos llegaron a casa de Obatalá, este sintió el alboroto. Obatalá, que estaba en su palacio, salió y les preguntó a todos que para qué venían. Entonces Shangó se adelantó y le dijo: Mire babá, nosotros estamos aquí porque queremos saber por qué cuando usted registra un aleyo y determina el ángel de la guarda, no salimos como dueño de ningún cabeza ninguno de nosotros.
Entonces Obatalá le dijo: Lo que pasa en mi casa yo lo determino así. Entonces Shangó dijo: Bueno babá, eso no es justo. Mejor vamos para casa de Orunmila para que nos diga cómo resolvemos este problema.
Entonces Obatalá dijo: Está bien. To Iban Eshu, ustedes tienen razón porque Orunmila no hace santo y ustedes desconfían de mí, pero yo también desconfío de ustedes. Por eso, mientras exista el mundo, Orunmila determinará el ángel de la guarda de cada uno, ya que él es imparcial.
To Iban Eshu
Pero también existe el egoísmo del que registra o muchas veces el santo, sin que se registre, se enamora de la persona o la cabeza del aleyo y le tergiversa el camino. Por esta razón, no se debe determinar el ángel de la guarda de nadie con caracol. Solo Orunmila a través de sus sacerdotes Babalawos lo determinara.
Tu relación con los demás es una de las ciencias de tu vida. Y tú necesitarás aprender esta ciencia de tu vida, para vivir en armonía en un mundo de comunicaciones interpersonales confusas, incompletas y demoradas, que te presentará en todo momento la necesidad de aprender a comunicarte con los demás.
En tu relación personal con los demás, tú debes aprender a confiar en las personas. Y tú aprenderás a confiar, desconfiando en las personas.
Relaciónate e interactúa con todas las personas, aceptando a todas las personas. Recordando que debes respetar a todas las personas.
Aprende a respetar a todos, en pensamiento, en palabra y en acción.
Enfrenta, combate y destruye lo que deba ser enfrentado, combatido y destruido en el camino de tu vida.
Pero recordarás no ser irreverente, y no brindarle refugio a la soberbia. Porque tú no dejarás de respetar todo el tiempo, incluso a lo que debas enfrentar, combatir y destruir, en el camino de tu vida.
No lo harás, para que los Oríshas no te retiren su apoyo, y para que la obra de tus manos siempre sea bendecida.
Relaciónate con todos, con quienes son dignos, y con quienes no lo son.
Relaciónate e interactúa con todos, porque todos necesitan de ti.
Y porque, aunque hoy no veas con claridad las razones, tú mismo o tú misma necesitas de todos.
Considera que los demás han vivido experiencias diferentes a las tuyas. Que otros conocieron antes que tú, caminos que tú transitarás después.
Considéralo, porque tú puedes aprender de la experiencia de otros, y aliviarás tu vida ahorrándote sinsabores, sufrimientos y fracasos, conociendo la experiencia de los demás.
Estimula a los demás a continuar adelante. Y haciéndoles ver que son importantes.
Reconóceles sus buenas acciones. Reconóceles su desempeño armonioso. Y reconoce públicamente los valores que encuentres.
Porque haciéndolo, tú te conviertes en un factor catalizador efectivo de un desarrollo conveniente y armonioso en quienes te rodean, y en el mundo que con ellos compartes.
Cuando en tu andar tropieces con el hombre inicuo, con el de malos pensamientos, con el de acciones perversas, no sea tu filosofía evadirle ni resistirle, sino enfrentarle.
Dondequiera que te lleven tus pasos, lleva en tu mente, en la enseñanza de tus labios y en la obra de tus manos, el mensaje esperado de la solidaridad, ayudando a los demás de la manera que puedas, y de una manera efectiva.
Conviértete desde hoy hasta la eternidad, en portavoz amable de un mensaje docente de fraternidad humana.
Haz de tu relación con los demás un apostolado por la unión entre las personas, por la unidad de las personas, y por la dignidad de las personas.
Tú has de seleccionar a quienes recibirán de tu boca, determinadas informaciones y revelaciones.
No entregues secretos espirituales valiosos a quienes no están preparados para recibirlos.
Porque ellos no apreciarán, aunque lo intenten, el valor de lo que dices y el valor de lo que ofreces.
No desperdicies personalmente un tiempo valioso que podrías ocupar de otra manera, ni obligues a otras personas a emplear su tiempo en algo que no les interesa, porque no es parte de sus prioridades.
En tu relación con los demás, respeta a quienes se abstienen, aunque no entiendas ni apruebes su camino.
Porque muchas personas se abstienen porque están inseguras, o porque desconocen.
Y porque, aun cuando no tengan una razón que lo justifique, es su derecho decidir como deciden.
Cuando tú te permites juzgar a otros, estás autorizando al Universo a que te juzgue.
Y el Universo, sin falta un día lo hará. Porque Orísha no olvida. Y porque todo queda escrito en la memoria de Ifá.
Por eso hoy yo te mando a que aprendas a juzgar a los demás.
Aprender a juzgar a los demás, será para ti un desafío de inteligencia, de prudencia, de justicia y equidad.
Tu capacidad para juzgar a los demás, será para ti una prueba indicadora de tu propio equilibrio y de tu madurez personal.
Y no olvidarás que, así como juzgues, tú serás juzgado, tú serás juzgada. Porque lo que envíes, ciertamente a ti regresará.
Y te esforzarás haciendo por los demás y tratando a los demás, tan justamente cómo quisieras que ellos procediesen contigo. Porque lo que envíes desde ti, recuérdalo, a ti regresará. Porque Orísha no olvida. Y porque todo queda escrito en la memoria de Ifá.
Orula u Orunmila es el Orisha de la adivinación, el Oráculo supremo. Es el gran benefactor de la humanidad y su principal consejero. El revela el futuro a través del secreto de Ifá. Es así mismo un gran curador, quien ignore sus consejos puede sufrir los avatares producidos por Eshu.
Orunla representa la sabiduría, la inteligencia, la picardía y la astucia que sobreponen al mal. Cuando Oloddumare creó el Universo, Orula estaba ahí como testigo. Es por eso por lo que él conoce el destino de todo lo que existe. Es por eso por lo que se le llama el eleri-ipin ibikeji Oloddumare (Testigo de toda la creación y el segundo al mando de Oloddumare).
"Orula elerí ipín
Iré keji Oloddumare Onatumo agbedebeyo
Alapa siyan iwi Oduduwa
Ashé ishe miní, Orula somo somo
Orula Iboru, Orula Iboyá, Orula Ibosheshé"
Orula es el primer profeta de la religión Yorùbá, enviado por Oloddumare a fiscalizar los nacimientos, los decesos y el desarrollo de los seres humanos y otras especies. Adivino y dueño de los Oráculos por excelencia, interprete de Ifá. Estuvo en la tierra como profeta con los 16 ancestros celestiales (los Meyi de Ifá), entre el año 2000 y el 4000 a.c. Su culto proviene de Ilé Ifé y su nombre proviene del Yorùbá Òrúnmìlà ("Solo el cielo conoce quienes se salvarán").
Personifica la sabiduría y la posibilidad de influir sobre el destino, así sea el más adverso. Quienes no acatan los consejos de Orula, sean hombres u Orishas, pueden ser víctimas de los Osogbos enviados por Eshu. Inseparable de Shangó, quien le proporcionó con permiso de Olofin el don de la adivinación y de Eshu, su fiel aliado. Orula forma una importante trinidad con Olofin y Oddúa (Oduduwa).
Sólo aquellos elegidos por él pueden entrar a su culto a través de la "Mano de Orula" (Awo Fa Ka) para los hombres e Iko Fá Fun, para las mujeres, quienes se las considera mujeres de Orula y reciben el nombre de Apetebí, siendo esta la consagración más importante que una mujer recibe en el culto de Orula. En el caso de los hombres pueden llegar si Orula así lo decide a ser sacerdotes, en cuyo caso reciben el nombre de Babalawo.
Orula tiene el conocimiento de las cosas secretas del ser humano y la naturaleza, así como el conocimiento acumulado sobre la historia de la humanidad. En el plano humano representa las espiritualidades de todos los Awó ni Orula difuntos. Es el Orisha rector e intérprete de los Odun del oráculo de Ifá. No se asienta en la cabeza y sólo se comunica a través de su oráculo. Goza del privilegio de conocer el principio y origen de todas las cosas, incluidos los Oshas y Orishas. Permite que el hombre conozca su futuro e influya sobre él. Está muy relacionado con Eshu y Osun.
Orula está presente en el momento en que el espíritu que va a encarnar a un individuo está eligiendo su destino. Representa la seguridad, el apoyo y el consuelo ante la incertidumbre de la vida. Con su ayuda todo es posible. Sus sacerdotes pudieran ser los mejores organizados, los más místicos y más sabios. Eshu es su ayudante.
El sacerdocio del Orisha Orula existe en el mismo concepto en que puede existir el sacerdocio a otros Oshas y Orishas con la diferencia de que es exclusivo para hombres y dentro de éstos para personas que no caen en trance. Las mujeres pueden llegar hasta la consagración de Iko fa fún ni Orula y tienen el privilegio de ser escuchadas con más acierto que a los hombres; las mujeres que son Apetebí Ayafá son las verdaderas dueñas del fundamento de Ifá del sacerdote al cual asisten. Sus sacerdotes no pueden montarse, ni tirar caracoles.
Sus colores son el verde y amarillo. En el sincretismo se le compara con San Francisco de Asís (4 de octubre). Se saluda ¡Orula Iboru, Orula Iboyá, Orula Ibosheshe!
El Oráculo
Los mismos son el Oráculo de Ifá, el Oráculo del Diloggún y el Oráculo de Biagué o Aditoto.
Oráculo de Ifá, se refiere al Corpus Yoruba de conocimientos filosóficos y litúrgicos, y su Oráculo es su sistema de adivinación. Ifá también se le denomina a uno de los nombres enaltecedores del Orisha de la sabiduría Orunmila. Ifá es mucho más que una religión, son un sinnúmero de elementos unificadores que mantienen la estructura de la sociedad tradicional Yoruba. Contiene una historial ancestral pasada de generación en generación de forma oral, que incluye su tradición poética y musical, que tienen gran influencia alrededor del planeta.
Diloggún, es una de las vías de comunicación con las deidades del Panteón Yoruba, con los Orishas y con nuestros ancestros, antepasados o Eggun, quienes proporcionaran ayuda a nuestros problemas para enfrentarlos positivamente; es decir, no sólo se usa para conocer lo que sucede, sino también, para indicarnos que hay que hacer para solucionarlo, para pedir consejos, para evitar cualquier tropiezo en la vida, para sanar. Para esto se utiliza una mano de caracoles. Por el caracol hablan todos los Orishas Yorubas. Este oráculo, forma parte de la apasionante, ancestral y profunda filosofía, liturgia y practica mágico - esotérica que se realiza en la religión de los Orishas.
Biagué o Aditoto, es el más limitado, su sistema utiliza cuatro pedazos de coco que se pueden utilizar para preguntarle a los Orishas o a los ancestros preguntas con respuestas positivas o negativas.
Cuando Obbatalá concluyó la creación del primer hombre, Olofin convocó a todos los Orishas para que estuvieran presentes en la ceremonia de darle el soplo vital.
Todos se arrodillaron e inclinaron la cabeza en aquel sagrado momento, solo Orunla, al cual Olofin tomó como ayudante por su reputada seriedad y sabiduría, pudo ver cómo Olofin ponía el Eledá en Orí.
Terminada la ceremonia celebraron el acontecimiento, entonces Olofin dictaminó: “Solo Orunla fue testigo de la acción que he realizado, por eso cuando el hombre quiera conocer su Eledá, el será el encargado de comunicárselo.”
La Santería -Osha-Ifá- utiliza un singular y complejo sistema oracular con el cual define los matices de la energía intrínseca del individuo y sus variaciones influidas por determinados factores y diversas circunstancias, para saber cómo mantener o alcanzar la armonía y el equilibrio de los individuos, que es un objetivo importante de Osha-Ifá. Esta es la razón por la cual se destaca al sistema oracular por encima de todos los otros componentes de la Santería -Osha-Ifá-, y éste es determinante para una definición conceptual de esta religión.
Consecuentemente el sistema oracular constituye la espina dorsal de Osha-Ifá y está formado por tres subsistemas: el oráculo de Ifá; el oráculo del Diloggún y el oráculo de Biague y Aditoto.
Cada uno de estos tres subsistemas tiene su propio Osha u Orisha rector. Por ejemplo en el caso del oráculo de Ifá el Orisha rector es Orunmila; para el Dilogún es el Osha Eleguara (Eleguá) y para el oráculo de Biague y Aditoto existe una combinación del Osha Eleguara y los Eggun (espíritus ancestrales). El Odun, la Letra o el Signo en la Santería.
Estos tres subsistemas oraculares tienen un elemento común; este elemento común, por las características de su contenido, desencadena toda la acción religiosa dentro de la cual aparecen todos los Oshas, Orishas y Eggun, protectores y actuantes; todas las profecías, las predicciones, los refranes y decires populares; así como el carácter y complejidad de todas las ceremonias, las consagraciones y ritos sagrados.
En el caso del subsistema orácular de Ifá el elemento común se denomina Odun; mientras que para el Diloggún se llama “Letra” y para el subsistema orácular de Biague y Aditoto se le conoce como “Signo”. Por lo que el elemento común Odun, Letra o Signo puede distinguirse como la célula vital del sistema adivinatorio independientemente de sus particularidades en cada subsistema.
Este elemento común es portador de un amplio y muy diverso cuerpo literario que no sólo alude al misticismo y a la religiosidad sino también a sucesos históricos, lugares geográficos y sujetos que se vieron relacionados en muy disímiles circunstancias. Por supuesto, la mayor parte de las veces aparecen como leyendas, mitos y fábulas que supieron conservar algún reflejo de la realidad objetiva y de las instituciones sociales de diferentes momentos históricos.
Su interpretación y esencia hacen posible el vaticinio. El elemento común Odun, Letra o signo dispone de una misma fuente ideológica, mitológica y sapiencial para las predicciones que es el conocimiento acumulado en las historias, leyendas y mitos de Osha-Ifá que abarcan la interpretación que hace la Santería -Osha-Ifá- sobre la naturaleza, el ser social, el pensar humano y la sociedad.
Esta fuente ideológica está relacionada con la manera de pensar y de interpretar la vida de todos aquellos pueblos del sur occidental del Sahara de cultura preponderantemente “Lucumí”, la cual se enriqueció en el de cursar del tiempo y el espacio en el interactuar de esos pueblos con aquellos que dan origen a la Santería en Cuba. En la Santería -Osha-Ifá- se afirma que todas las criaturas humanas tienen cierta energía única que constituye la base del equilibrio y armonía del individuo. Esta energía caracteriza el modo de la conducta del individuo la cual está influida por el entorno en que éste se desarrolla y por otros factores.
Cada individuo también tiene un número de Oshas, Orishas, Egun e irradiaciones espirituales diferentes que se asocian a la energía de lo espiritual y lo material del propio individuo. Cuando se consulta uno u otro subsistema oracular, esta energía se identifica con un Odun, Letra o Signo y mediante el contenido de los mismos ocurre el vaticinio que hace el sacerdote al interesado.
El contenido del elemento oracular -Odun, Letra, Signo- debe ser interpretado por un sacerdote que haya sido consagrado al servicio del subsistema oracular en cuestión y es quien determina la acción religiosa. Los sacerdotes intérpretes del subsistema oracular de Ifá son los Olúos y los Babalawo, los intérpretes del subsistema oracular del Diloggún son los Oloshas, Babaloshas, Iyaloshas, Obases y Oriatés y los intérpretes del subsistema oracular de Biague y Aditoto son todos los sacerdotes del subsistema oracular de Ifá y del Diloggún y todos aquellos consagrados, ya sea por Osha o por Ifá que tienen recibido los “Guerreros”.
El Oráculo de Ifá es un sistema adivinatorio y al mismo tiempo un conjunto de creencias que conforman la filosofía de todo su sistema teológico. IFÁ es el camino de la luz y su Oráculo, es el más importante de los que componen la Religión Yoruba "Lukumi". Muchas veces se le denomina Ifá a este mismo Oráculo. Originado entre los yorubas, un grupo étnico de África Occidental, este sistema se cree que tenga más de 5,000 años. Este es la fuente de todos los secretos concernientes a la vida y a la evolución espiritual.
El Babalawo (padre de los secretos), su sacerdote supremo, es el único dotado para consultar el Oráculo, y obtener las respuestas del Orisha de la adivinación, Orunla u Orunmila (testigo de la creación) así como para guiar a las personas en la correcta interpretación de sus respuestas.
El sistema de adivinación permite a los sacerdotes de Ifá invocar a Orunmila, el Orisha de la sabiduría y la ética y a Eshu, mensajero de los Orishas que da su ashe para que se pueda conocer el futuro y provea de dirección a aquellos que buscan un camino o guía en sus vidas.
Los ritos de adivinación de Ifá proveen de un camino de comunicación entre el mundo espiritual y ancestral. El sistema de adivinación de IFÁ fue añadido en el 2005 por la UNESCO en la lista de “Piezas Maestras de la Herencia Oral e Intangible de la Humanidad”.
Itá, es la Lectura del Camino de la Vida. En Itá se establecen para la persona tabúes o prohibiciones. ¿Por qué? Por varias razones, entre ellas:
1. Para evitar introducir elementos inarmoniosos con la espiritualidad de la persona, capaces de desestructurar su organismo o su vida de relaciones, conduciéndole al caos.
“(...) Los 16 Óddun Mélli Ifá (16 Signos Dobles de Ifá) ó 16 Obbá Óddun Ifá (16 Signos Reyes de Ifá) son una representación abstracta de los Dieciséis Principios Sagrados de la Creación. Los 16 Óddun Mélli Ifá ó 16 Obbá Óddun Ifá son las Dieciséis Posiciones Sagradas, desde las cuales el vientre fecundo de Óddu engendra e inicia sus procesos creativos.
A partir de los Dieciséis Principios Sagrados de la Creación, nacen y se inician Dieciséis Evoluciones Primordiales, de las cuales se despliegan cientos de reinos interconectados que forman el Universo manifestado.
Cuando mi Padre que está en los Cielos, Olófi, mi Señor Agwá Olórun, quiso diversificar su proceso creativo, estas Dieciséis Evoluciones Primordiales recibieron la orden de mezclarse. Y se mezclaron sabiamente sin confundirse, para dar lugar a 240 Aspectos de Dios, cuya representación abstracta individual son los Óddun Omólúos, Óddun Hijos, o Signos Hijos de los 16 Óddun o Oloddus, Signos Primordiales.
Cada uno de estos Óddun o Signos Hijos pone en marcha con su surgimiento, una forma de evolución diferente de las demás, bajo la marca de su propia regencia. En cada una de esas 256 Evoluciones, se generan formas de vida y formas de conciencia, o sea, se generan seres vivos, puesto que en cada una nacen oleadas de generaciones de criaturas: electrónicas, plasmáticas, minerales, vegetales, animales, elementales, humanas, oríshas.
Las criaturas creadas de cualquier orden, tienen diferencias entre sí, diferencias no solo físicas, no solo estructurales, sino que también tienen diferencias en los patrones de sus procesos internos, en su metabolismo, en su funcionamiento bioquímico, en sus dinámicas psicológicas, y en todos sus aspectos comparables. (...)”
Por virtud de esas mismas diferencias, hay elementos, situaciones y prácticas, que vibran con una resonancia que no es afín con la resonancia a la que vibra la constitución psicofísica y espiritual de la persona, porque son elementos, situaciones y prácticas que están configurados por evoluciones que no armonizan con las evoluciones que configuraron el nacimiento y la formación de la persona.
Esos elementos, situaciones y prácticas que tienen una cualidad vibratoria antagónica a la cualidad vibratoria de los procesos de vida de la persona, tienen poder para desorganizar al sistema energético de la persona.
Para evitar esta concurrencia de elementos y situaciones energéticamente adversos, la sabiduría de cada Óddun o Signo establece diferentes y variados ewó (prohibiciones), los que tienen el propósito de evitar que la persona que es hijo o hija de ese Óddun o Signo, que nació bajo la regencia de las evoluciones que se despliegan por ese Óddun o Signo, se relacione con condiciones que interfieren en su salud, en su bienestar, en su progreso personal.
2. Para evitar introducir elementos o situaciones que se oponen a las metas existenciales de la persona.
A veces las prohibiciones tienen que ver con los límites de la persona. Antes de encarnar en una existencia física, se diseña el Plan de Vida personal, que tiene marcadas aquellas experiencias que necesita tener la persona durante esa existencia, para trabajar en su auto-transformación y auto-mejorarse, mientras que hay otras experiencias que no están consideradas en ese pre-programa. Por ejemplo: Supongamos que en la reunión que se efectúa en Órun antes de encarnar la persona, y en la que participan: Orí, quien es el Espíritu Interno o Espíritu Interior y quien representa a la persona, las jerarquías regentes del Destino, Orísha y Órunmilá, quien es testigo de esto, se determinó que en su próxima existencia física, de acuerdo al potencial de conocimientos y desempeños adquiridos, y de acuerdo al karma generado hasta ese momento en encarnaciones anteriores: 1. La persona sí está en condiciones, objetivamente, de trabajar en los aspectos: A, B y C. 2. La persona no está en condiciones, objetivamente, de trabajar en los aspectos: D y E.
Entonces, trabajar en los aspectos: A, B y C, se convierte en una meta prefijada, en un propósito que se ha previsto lograr en esa nueva vida que va a tener. Después de haberse determinado esto y de haberse conformado el Plan de Vida personal, Orí encarna en un cuerpo físico, y comienza su existencia física como persona; o sea, la persona comienza a vivir su vida.
Si durante esta, su nueva vida, algo induce a la persona a relacionarse con el aspecto D ó con el aspecto E, entonces esto se convierte en una evolución inconveniente. Porque cualquier causa que incline a esta persona a vincularse a esos aspectos D ó E, contribuye a que la persona se aleje de los propósitos prefijados para cumplir, desde antes de encarnar.
Como consecuencia de esto, la persona se entretendrá en cosas que ya se sabe que no las va a lograr, en las que no tendrá éxito, que están destinadas al fracaso, porque para trabajar en esos aspectos, la persona requiere, objetivamente, trabajar primero en los aspectos: A, B y C.
De esta manera, aquellos elementos o aquellas situaciones que hagan que la persona se incline a relacionarse con los aspectos: D y E, se convierten en su perdición, le causarán trastornos, le significarán a la persona una pérdida de tiempo – y no es a perder tiempo a lo que vino Orí a Aiyé, el mundo de las formas físicas. Esos elementos y esas situaciones que alejan a la persona de los propósitos fijados en su Plan de Vida, serán considerados para la persona: ewó, o tabú, o prohibición.
3. Para evaluar el nivel de desempeño de la persona.
Evaluar el nivel de desempeño significa evaluar la eficiencia y eficacia, significa poner a prueba a la persona. Cuando se establece un ewó o prohibición, y la persona es advertida, es libre de cumplir con este ewó, o de ignorarlo. Esto significa que la persona es libre de luchar por no ceder a la tentación de hacer lo que ahora sabe que no debe, así como es libre de ceder a esa tentación, haciendo lo que no debe, y ahora lo sabe. De esta manera, una razón que explica por qué los ewó o prohibiciones, es el factor prueba o evaluación. Se trata de la prohibición considerada:
⦁ Como una prueba espiritual.
⦁ Como un indicador de la fuerza de voluntad.
⦁ Como un indicador del nivel de autodisciplina.
⦁ Como un indicador de la capacidad de la persona para manifestar conductas consecuentes.
Esta evaluación es imprescindible para que los Espíritus del Destino determinen el nivel de merecimiento de la persona, que le permitirá acceder a nuevas condiciones de evolución personal.
4. Para entrenar a la persona.
⦁ Una razón de las prohibiciones, es su utilidad como entrenamiento. Porque…
⦁ Permiten a la persona entrenarse en la capacidad de hacer sacrificio.
⦁ Permiten a la persona entrenar su voluntad.
⦁ Permiten a la persona entrenar su disciplina.
En el Odù llamado Osa’Tùrá, los estudiantes del profeta Òrúnmìlà le piden que les diga la naturaleza de la Verdad. La palabra yorùbá para “Verdad” es “Oníwà funfun”, que significa “uno que posee buen carácter es guiado por la luz”.
En el Odù Osá’Tùrá, Òrúnmìlà dice que la Verdad es el jefe del Reino Invisible que guía el Destino de la Tierra. Continúa diciendo que la Verdad es una palabra que nunca puede echarse a perder; es la fuente de poder que vence toda la adversidad.
Los que conocen la Verdad pueden descubrir la Voluntad de la Creación. Esto implica que la Verdad es una manera de conocer más bien que un conjunto de creencias rígidas.
También implica que la Luz, como una Fuerza de la Naturaleza (Òrìsà), porta su propia forma de conciencia que puede tener un impacto directo en el curso de la evolución. Estos son dos temas centrales en las Escrituras de Ifá, y son elementos clave para comprender la naturaleza y función de los Òrìsà desde la perspectiva de la teología de Ifá.
Dentro de la estructura del ritual de Ifá, el Odù Osa’Tùrá se usa para invocar a Eshù, quien es a la vez el Mensajero Divino y el Guardián de la Verdad. Este papel dual ha causado alguna confusión entre aquellos que han escrito sobre la posición de Eshù en la cosmología de Ifá. La confusión parece estar basada en un malentendido del papel de Eshù en causar trastornos. Una de las funciones del trastorno natural en los asuntos cotidianos es sacudir a la conciencia para soltarla de su auto indulgencia y pensamiento rígido.
Debido a que la Tierra está constantemente en proceso, todas las percepciones de la relación entre self y Mundo están en un estado constante de flujo. Aquellos que niegan o ignoran la naturaleza dinámica de esta relación son periódicamente arrojados a un estado de confusión como resultado de algún giro inesperado de los acontecimientos.
En términos simples, la percepción humana de la Verdad es una dimensión constantemente cambiante y una de las funciones de Eshù es recordarnos que la búsqueda humana de la Verdad nunca debe estancarse.
Decir que Eshù es el Guardián de la Verdad es sugerir que la Verdad nunca puede volverse un conjunto fijo de reglas o de dogma. En cambio, la Verdad es un modo de mirar al “self” y al Mundo; es un estado de ser más bien que un acto de conocer.
Este es un concepto difícil de captar para algunos occidentales, pues hemos sido condicionados por la idea de que la Verdad se establece por hechos objetivos. La idea de que la Verdad sólo puede ser descubierta si somos periódicamente sacudidos de nuestras nociones preconcebidas es perturbadora para quienes quieren que la religión tenga la totalidad de las respuestas correctas sobre cualquier cosa.
** Tomado del libro ÌBÀ ‘SÈ ORÌSÀ
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